Blanca Suárez: "Me muero por llegar y aprender todo lo que pueda”.

Blanca Suárez posa con Margherita como si fuesen dos viejas amigas. “Desde el principio fue como si nos conociéramos de toda la vida”, dice la actriz, de 23 años, cuyo romance con Missoni arrancó hace un par de meses, cuando la marca italiana la eligió como imagen de su colección más flamenca, la de la primavera/verano 2012, inspirada en España. No ha sido el único hito reciente para esta madrileña de ojos color avellana a la que hace tiempo que la tele se le queda pequeña. En el último par de años ha pasado de ser una joven promesa a brillar con todo su esplendor y talento. Una ráfaga de aire fresco en una industria española necesitada de nuevas miradas. 

Enfundada en un espectacular vestido dorado de Blumarine, Blanca acudió a los Premios Goya como nominada a actriz revelación por su papel en La piel que habito. Sí, ella es la "nueva chica Almodóvar", con lo que entra en el exclusivo club de esas actrices con duende a las que se reserva el olimpo y la proyección del cineasta manchego. Convenció en la alfombra roja y lo que es más importante, en la gran pantalla. Sin embargo, Blanca es una de esas actrices que, pese a su juventud, ya sea por buenos asesores o mejor cabeza, todo se lo toma con una tranquilidad pasmosa. Ella afirma humilde que su única estrategia reside en no haberse tomado, en sus inicios, demasiado en serio la posibilidad de vivir de esto. “Mi familia no tiene nada que ver con este mundo y supongo que eso también desintoxica y le das a las cosas la importancia que tienen, ni más ni menos”. 
Blanca se dejó convencer por esta profesión cuando le dieron su primer papel en una película, Eskalofrío, en 2008, y acabó de enamorarse de la labor de contar historias con el trabajo de su actriz de cabecera: Natalie Portman. “Me encanta, su trabajo en Closer es de lo mejor que he visto nunca”. Este año a Blanca se le ha escapado el Goya, se lo "robó" su gran amiga María León, pero en 2012 promete seguir dando que hablar. Se vuelve a poner en manos de un director de primera línea, Imanol Uribe, en Miel de Naranjas, un drama en la Andalucía de los 50 donde comparte diálogos con los maestros Ángela Molina y Karra Elejalde. Además, se ha convertido en una experta crupier para rodar The Pelayos, de Eduard Cortés. La historia de la familia española que dribló las reglas de casinos de todo el mundo en los 90. Nos confiesa además que ya piensa en debutar en teatro, aunque antes llega su primer contacto con la industria americana. Mañana se sube a un avión para asistir en Los Ángeles a la gala de entrega de los Spirit Awards. Sonríe con los ojos, “me muero por llegar y aprender todo lo que pueda”. Blanca Suárez, año 2.

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