Dia 2:
"Mira, si Pedro te llama, hay que dejarlo todo: novios, amantes y, en el peor de los casos, tus gatos. Ser una 'chica Almodóvar' es un honor y un título para desenvolverse en París", argumenta brillantemente Lola Dueñas en el número de marzo de Vogue, al hilo de lo que supuso para ella recibir la llamada más mítica del cine español para formar parte de Los amantes pasajeros. El día que Blanca Suárez se convirtió en una 'amante pasajera', recuerda que "Estaba en casa. La primera persona a la que se lo conté fue a mi madre, y no sé cuál de las dos estaba más emocionada". Y poniéndonos un poco dramáticos, ¿qué le costaría a ella terriblemente dejar atrás para ser chica Almodóvar? "A la gente que quiero, ¡y a mi perrito Pistacho!".
Si se escribiera el guión de la escena en la que Blanca Suárez recibe en casa la llamada de Almodóvar, sería fácil imaginarla como aparece en las imágenes de su segunda entrega de 7días/7looks: un pantalón sencillo, unas sandalias planas, el pelo recogido en un moñito 'bun', y sus gafas de pasta negra. Un look que a ella le hace pensar en Carrie en Sexo en Nueva York, pero también en las parábolas contemporáneas de Woody Allen. De pronto, el teléfono suena, la propuesta de Los amantes pasajeros se hace realidad, y Blanca se queda inmovilizada por una amalgama de sentimientos placenteros y contradictorios. Entonces, coge su bolso y decide que irá a contárselo a quien más quiere dando un paseo. Y mientras, se lleva el dedo índice a la comisura de los labios y piensa lo maravillosa que es la vida y lo grande que es el cine.
Asi viste Blanca Suárez, su look:
Blanca cruzó las piernas, se llevó la mano a la boca y con el dedo índice recorrió la comisura de los labios pensando en cuánto había cambiado su vida en un instante. Vaqueros grises de H&M, top bordado de Isabel Marant y sandalias planas de Chanel.
"Cuando Pedro Almodóvar me llamó para hablarme de Los amantes pasajeros estaba en mi casa. Rápidamente, se lo conté a mi madre. No sé cuál de las dos estaba más emocionada", recuerda Blanca mientras apoya pensativa la mano sobre la frente, roza sus gafas de Tom Ford y se concentra en ese momento tan poderoso, con la mirada en un punto fijo que solo ella conoce.
Si las sandalias de tacón tienen el poder de conjurar imágenes de noches de sofisticados veranos, las planas como éstas de Chanel invocan pasos diurnos que mezclan asfalto y arena.
Todo lo que Blanca necesita cabe en ese bolsito de punto de Chanel, la pareja perfecta para el top bordado de Isabel Marant y las sandalias planas de Chanel.
¿Cón qué imagen tiene Blanca asociada inevitablemente Los amantes pasajeros? Esa imagen que representa para ella la película y que perdurará en su memoria ligada para siempre a la película de Almodóvar. "Tengo tantas que no podría decidirme por una sola. Dentro y fuera de rodaje... Si tuviese que elegir, me resultaría muy difícil. Dejémoslo en color, mucho color...". En su anular, anillo de oro. En la muñeca, reloj Mini D de Dior. Sobre el sofá, bolso de punto de Chanel.
Haciendo girar de forma inconsciente uno de sus anillos de oro, mientras frunce los labios. En su muñeca, la declaración más bonita del mundo: Oui!
Los brocados barrocos de cristal del top de Isabel Marant suponen el contrapunto ideal al estilo sencillo y relajado de Blanca Suárez. Ese es el don exacto que tienen las prendas de la diseñadora francesa: convertirse en el epicentro del look.
En el lóbulo de la oreja de Blanca, una hilera de bolitas de metal y de aros de plata dibujan las huellas de una adolescencia aún cercana. "Fui una adolescente rebelde con el estilo de la mayoría", concede ella.
Via: Vogue.es
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